Su origen se remonta a
las primeras décadas del siglo XX junto con la aparición de las vanguardias
estéticas:
FUTURISMO: exalta la
renovación, el peligro y la violencia, así como la velocidad y la tecnología
modera.
CUBISMO: ligado
originalmente a la pintura, busca representar de manera simultánea diversas perspectivas.
DADAISMO: su nombre
proviene de “dada”, por semejanza con los primeros balbuceos infantiles y nos
significa nada. Sus principales características fueron el humor, la
incongruencia, y la burla de todo
SURREALISMO: se propuso
cambiar la sociedad y promovió la libertad absoluta en la creación. Explora la
parte no racional del ser humano: el sueño, la imaginación y el delirio.
A partir de las
vanguardias, la lírica contemporánea se ha diversificado en múltiples estilos,
corrientes y movimientos literarios que han continuado en la
profundización de la búsqueda de la
expresión artística de la subjetividad del autor.